Este año, la vid nos ha sorprendido más de lo habitual. El pasado lunes 12 de marzo, vimos cómo nuestras plantas de Chardonnay comenzaban a brotar antes de lo previsto. No es raro que esta variedad sea la primera en despertar, pero esta vez lo ha hecho incluso antes de lo habitual. ¿Por qué sucede esto?
La Chardonnay es conocida por ser una de las primeras en brotar debido a su ciclo biológico. Su genética la hace más sensible a los cambios de temperatura y humedad, lo que le permite adelantarse a otras variedades. Sin embargo, las lluvias recientes (50 litros en la última semana) y el sol que ha seguido parecen haber acelerado aún más este proceso.
Esta lluvia ha sido especialmente beneficiosa para la viña en este momento. Después del letargo invernal, la planta necesita hidratarse bien para activar su metabolismo y facilitar el crecimiento de los brotes. Además, un buen nivel de humedad en el suelo favorece el desarrollo radicular y ayuda a que la vid absorba mejor los nutrientes, sentando una base sólida para el resto del ciclo vegetativo.
Esto puede ser positivo si el clima sigue estable, permitiendo un crecimiento óptimo. Pero si llegan heladas tardías, podríamos enfrentarnos a un desafío. En cualquier caso, el viñedo ya ha comenzado su ciclo, y ahora solo queda seguir observando y aprendiendo de la naturaleza.
La vendimia aún queda lejos, pero la historia de esta cosecha ya ha comenzado. Seguiremos atentos a cómo evoluciona este despertar adelantado de la vid.
