En Monóvar, localizado en un valle, rodeado de montañas a 650 metros sobre el nivel del mar, encontramos un clima mediterráneo, con temperaturas medias por el día y frías por la noche. Son saltos de más de diez grados, que acompañado de una pluviometría baja y de la brisa cálida del mar dan lugar a unas uvas idóneas. Uno de los secretos de Alejandro es el punto de maduración: un equilibrio para domar el tanino rústico de la Monastrell y mantener toda su fruta.
Alejandro Pérez Martínez, se encarga de unificar el legado y dar nombre a nuestra bodega.
Nos encontramos en la Comarca del Medio Vinalopó, en la Partida rural llamada El Mañán, perteneciente a la ciudad de Monóvar.
La Finca alberga las variedade: Monastrell, Merseguera, Cabernet Sauvignon, Syrah y Chardonnay.
La vendimia es tardía, la empezamos los primeros días de octubre llegando a noviembre.
La uva separada del raspón se deposita en unos fermentadores abiertos con control de temperatura , donde se inicia la fermentación.
Se refleja en varios elementos como pueden ser: Carácter familiar, viñedos propios, elegir momento idóneo de maduración y trabajar con fermentadores abiertos.
Los árboles esperan, nosotros no, ahora es tiempo de vivir, de disfrutar, y de pausar el momento deleitándose con este excelente vino”. Esto es lo que podemos leer en la etiqueta de Arbui, cuyo significado es, precisamente, árbol.
Bilaire es la zona en la que Alejandro y su familia tienen la su bodega. Todo el valle rocoso y montañoso que rodea el pueblo de Monóvar recibe esta denominación, así que… No había dudas.
Vega, estrella de la constelación de Lyra, custodia desde las alturas los valles de Alicante. Su luz los ilumina y les otorga la fuerza y vigor necesarios para producir vinos de gran calidad.